Conciertos en streaming por Mauri Sanchis (ISP Música)

Según Mauri Sanchis, los conciertos en streaming son ya una realidad. “Necesitamos un buen producto y necesitamos que la gente lo conozca”. «Crear una comunidad de gente que nos siga y para llegar a ello hay que ir con mucha calma, es posible que tengamos que colaborar con otros canales, crear grupos de facebook para generar expectativas, afiliarnos a páginas web de venta para poder monetizar, hacer directos, subir stories, etc…»

Opinión

No hace mucho llegó a mi smartphone una viñeta que, creo, hará mucha gracia a cualquier músico. A mí me la hizo, por eso quiero explicárosla. Un músico le dice a otro, “Tío, mira cuánta gente se ha apuntado a nuestro concierto online. ¡Es una locura, nunca hemos tocado para una audiencia tan grande! Si seguimos así, ¡duplicaremos los ingresos!” a lo que el otro músico le responde: “Sí, tío, tengo mariposas en el estómago… (Risas)».

Vale, estoy de acuerdo con el segundo músico en que tocar en tu casa mientras, supuestamente, te ven cientos (o miles, o millones) de seguidores online no te producirá la sensación de felicidad y adrenalina (mariposas) como lo hace un directo en una sala, teatro o estadio pero, más allá de rebatir esto dándole más razón al primer músico, prefiero profundizar un poco en el tema lanzando alguna pregunta al aire.

«¿Cuántos hemos visto tocar en directo a Michael Jackson? ¿Y a los Beatles? ¿Cuántos de nosotros estuvimos en Woodstock?»

Seguro que me habéis captado ya pero ahí va la pregunta retórica para despistados: ¿Acaso no hemos disfrutado (nosotros o nuestros padres o nuestros abuelos) con esos directos a través de la radio primero, de la tv después, del VHS más tarde, del DVD y todos los formatos de vídeo hasta llegar al online.

Y os diré más, ¿acaso un seguidor de fútbol o cualquier otro deporte no siente la tensión en el comedor de su casa? ¿Sólo la sienten los que están en el estadio?

Yo creo que sí la sienten. Pero, aunque no fuera así, ¿acaso hay algún estadio o sala de conciertos capaz de albergar al mundo entero? Pues os diré que sí lo hay: se llama Internet.

Gracias a la revolución que se está produciendo los conciertos en streaming son ya una realidad, los grandes artistas tienen ya sus conciertos en directo para el número de personas X que albergue el recinto (aunque de momento con restricciones al aforo por el Covid) mientras cientos de miles más pueden ver ese mismo concierto online desde sus casas. Muy pronto, ya veréis, también desde clubes, que emitirán el concierto LIVE como ahora emiten un partido de fútbol. Los conciertos serán la excusa para atraer a sus clientes. Dentro de nada, quedaremos con amigos a las 20:00 para tomar unas cervezas mientras vemos gratis un concierto de U2, cuyos derechos habrá pagado el dueño del bar y que se está tocando en Rusia.

Lo que he dicho: una revolución.

Y en esta revolución; decir hoy en día que todo músico debe conocer las herramientas que ofrece Internet es la misma obviedad como decir hace 30 años que todo músico ha de saber de negocios para estar en el music business (negocio de la música). Creo que quien no se de cuenta, se ha equivocado de profesión.

Herramientas

La nueva realidad habla de mascarillas, de distancia social y de geles hidroalcohólicos. Pero hay una realidad tecnológica que lleva años imponiéndose y que algunos no hemos querido ver: no habrá música sin redes sociales.

A mí me ha costado unos años aceptar esa realidad que, como siempre, nos ha dado en la cara a los artistas antes que a cualquier otro sector de la sociedad. Nosotros ya llevamos años en esta vorágine de cotilleo, promoción, manipulación política y sobreinformación que son las redes. Se trata de que la afrontemos, de que analicemos exactamente las posibilidades que nos ofrece cada plataforma y que aceptemos que ningún sello discográfico ni manager va a hacer por nosotros aquello que no queramos hacer nosotros mismos.

Nos encontramos en un momento de la historia donde podemos tener más control sobre nuestra carrera que nunca y hay que aprovecharlo. Pero planificando todo lo que se pueda antes de empezar, para no ir subiendo noticias o videos como “un pollo sin cabeza”.

Tal como os digo, yo he sido muy reacio a meterme en las redes así que mi número de fans hoy en día y mi actividad no es muy reseñable. Pero tengo web propia desde el año 2000 (sí, 2000, has leído bien) y canal de youtube desde 2006 y, además, he cometido múltiples fallos con las redes sociales así que voy a intentar aportar algo desde un punto de vista analítico por los 20 años de experiencia online y por todos los blogs y vídeos que estoy consultando en mi intento por meterme poco a poco en este mundo.

Si algo tiene en común esta época con las anteriores son dos cosas: necesitamos un buen producto y necesitamos que la gente lo conozca.

1. PRODUCTO. Ya sea un vídeo o un tema o, simplemente, contenido que vayamos a subir, ha de ser algo que atraiga la atención por su calidad, algo que cree interés en la gente. La oferta actual de música es casi tan grande como la propia demanda. De hecho, la mayoría de personas siguen a más perfiles de los que pueden ver en el día a día. Así que hemos de hacer algo bueno y hemos de cuidar hasta el último detalle. Si nos llevamos bien con los ordenadores, vamos a tener que conocer herramientas de edición de vídeo y foto. Y si no, tendremos que contratar a alguien para que nos ayude, porque va a ser clave.

2. ES TAN IMPORTANTE SABER HACER COMO HACER SABER. Podemos tener un producto genial pero hemos de mostrarlo a la gente. Las redes sociales son clave para darnos a conocer. Podemos empezar por la red social que más nos guste o con varias a la vez pero hemos de tener claro que cada una tiene una idiosincrasia diferente y hay que estudiarlas bien. Todo es importante, incluso las miniaturas de los vídeos de youtube tienen una importancia bárbara, no podemos menospreciar todo este tipo de detalles. Y, por primera vez para muchos de nosotros, vale la pena invertir no sólo tiempo, sino dinero. Sí, ¡pagar nuestra propia publi! No podemos ponernos las manos en la cabeza ni sentir vergüenza de auto-promocionarnos. Cualquier artista hace sus sacrificios para promocionarse y yo considero que es mucho mejor pagarte tu propio anuncio que ceder todos tus derechos y estar en manos de otros, como a tantos grandes artistas les ha sucedido.

Facebook Ads, por ejemplo, te ayuda a llegar a un segmento concreto de público y te deja invertir la cantidad que quieras en publicidad. Pero como Facebook, cualquier plataforma te permite hacer anuncios. Hemos de conocer la manera de funcionar con ellos.

Por todo los vídeos que he estado viendo y expertos que he ido consultando he llegado a la conclusión de que hemos de tener una planificación. Es decir, tomarnos tiempo en saber dónde queremos ir y cuando lo tengamos claro, trazar un calendario de publicaciones, para no saturar. Yo ya caí en ese error cuando entré en Facebook. También veo extremadamente importante que hemos de tener claro que TODO lo que se hace en internet se puede medir, así que tenemos que controlar las analíticas de todo lo que hacemos para parar y tomar aire cuando lo necesitemos y, quizás, dar un paso atrás para adelantar dos.

No olvidemos que el objetivo, por encima de todo, es crear una comunidad de gente que nos siga y para llegar a ello hay que ir con mucha calma, es posible que tengamos que colaborar con otros canales, crear grupos de facebook para generar expectativas, afiliarnos a páginas web de venta para poder monetizar, hacer directos, subir stories, etc…

Chicos, tenemos por delante una aventura. Una aventura que pasa por estudiar el nuevo entorno y aprender de él siendo conscientes de algo muy importante: todo puede cambiar de un día para otro, porque Internet va así de rápido. Hoy Instagram es todo y mañana puede no ser nada. Si no me crees, acuérdate del auge y caída de Myspace. Hemos de estar preparados para lo que venga.